La Boda Ibicenca es una de las opciones con la llegada del buen tiempo donde aparece la maravillosa opción de poder celebrar tu boda al aire libre, es muy agradable estar cenando rodeado de bellas flores y oliendo su sutil aroma este es el regalo mágico que nos ofrecen las noches de verano, sois muchas las parejas que cada año os decidís por tener un enlace entre plantas, fuentes y naturaleza, pues un jardín bien decorado crea un ambiente inolvidable. Y aquí vengo hablaros de una boda en jardines con temática ibicenca donde el blanco como es habitual es este tipo de enlaces fue el color que reinó en toda la celebración.
Si el protocolo dice que la novia es la única que puede usar este color en una boda, los novios en esta ocasión decidieron saltárselo e hicieron un llamamiento a todos sus invitados e invitadas para que vinieran vestidos de blanco.
Lo mejor de una boda estilo ibicenca es la libertad a la hora de vestirnos, nuestros invitados e invitadas no sufren pensando que tienen que ponerse vestidos imposibles con peinados súper elaborados y maquillajes exagerados, pues en este tipo de enlaces hay que elegir un vestuario, peinado y maquillaje fresco, natural, ligero y desenfadado. En este caso la novia se decantó por un vestido blanco vaporoso con puntillas de algodón, corte imperio, melena suelta y maquillaje muy muy suave. Casi todas las invitadas optaron por este tipo de peinados, melenas al viento, trenzas deshechas, coronas de flores. Los chicos siguieron con la temática ibicenca llevando traje de lino y borsalino a juego.
Este tipo de enlaces están llenos de tópicos, por ello nos decidimos quedar con los elementos que más nos gustaban y huir de temáticas absurdas e innecesarias. En cuanto a los materiales que tienen que estar presentes en un espacio ibicenco optamos por telas y madera es una buena combinación para dar el toque mediterráneo que buscábamos, sin olvidar que estamos en un jardín rodeados de verde y flores, no hay mejor decoración que la que ofrece la propia naturaleza por eso en esta ocasión los novios optaron por mesas con flores frescas de suaves colores y velas, fue todo un acierto elegir gerveras de color verde agua, blancas y limas que le daban ese aspecto fuerte y vivo a las mesas, las flores son muy importantes puesto que las mismas pueden agregar una belleza sin igual e inspiran serenidad, importancia, y hacen saber que es un día muy especial.
Acompañando a los elementos naturales un gran número de velas y farolillos que colgaban de los árboles, en el césped, encima de las mesas envolvían el ambiente haciéndolo aún más mágico
Tener una boda ibicenca en Granada, en estas condiciones, es una de las experiencias más inolvidables de vuestra vida.